¡Que hoy hay novios!
El curso del año en gaibiel, estaba jalonado de celebraciones familiares entre las que destacaban, sobremanera, las bodas. Antes para contraer matrimonio era buena cualquier época del año. No eran tan remiraos como ahora... Todo comenzaba cuando el mozo manifestaba sus sentimientos a la moza y, para formalizar la relación, acudía a casa del padre a pedir la mano (lo que -en el decir popular gaibielano- se expresaba así: “ fulano ya ha entrao en casa de cetana ”). No eran los padres de antes amigos de festeos prolongados, a poder ser ¡un par de años y a pasar por la vicaría! Y ese par de años eran de vigilancia estrecha y carabina permanente. O se iba con la pandilla de amigos o se velaba en la chimenea de la casa paterna... pero siempre acompañados. Una vez que la moza era pedida en matrimonio, empezaba a ultimar el "Ajuar de Novia" (que en Gaibiel comenzaban las niñas apenas iban a escuela). En aquellos tiempos lo confeccionaban ellas mismas con ayuda de su madre, abuela, tí