El Bendito Antonio y la bendición de animales...
La religiosidad popular asocia la figura del ermitaño San Antón con la bendición de animales domesticados por el hombre. Hemos de recordadr que el Señor creó a los animales para que hicieran compañía al hombre y, tras el pecado original, para que nos sirvieran de alimento (Génesis 2,19-20a). Los puso a disposición del ser humano y por eso se los dio a Adán para que les impusiera su nombre: en la mentalidad semítica (Oriente Próximo y Medio) el poner nombre a algo indica el dominio o superioridad. Bendecir los animales significa reconocer que son un regalo que Dios nos ha hecho y merecen ser tratados con la dignidad y respeto propios de los que son queridos por Él. “ Los animales, creados por Dios, habitan el cielo, la tierra y el mar, y comparten la vida del hombre con todas sus vicisitudes. Dios, que derrama sus beneficios sobre todo ser viviente, más de una vez se sirvió de la ayuda de los animales o también de su figura para insinuar en cierto modo los dones de la salvación ”. La v