El santoral y las labores rusticas.
La abundancia de la presencia de santos en el refranero de cada mes, repetidos –con sus variantes- en las distintas zonas rurales de la geografía española, pone de relieve el gran influjo que el santoral tenía en la vida y costumbres de los hombres del campo. Por un lado por la concepción sacral del tiempo y un acusado temor de Dios; y por otro como referente obligado que señalaba en el calendario las fechas más oportunas para acometer tal o cual tarea. Así por ejemplo por enero... - La aceituna de Enero echa alpechín al suelo. - El ajo de Enero llena el mortero; pero yo de Diciembre lo quiero. - En Enero se hiela el agua en el puchero. - En Enero, ni galgo lebrero, ni azor perdiguero - Por San Antón (17 de Enero) gallinita pon: "La nueva que la vieja no -Por San Antón se acabó el turrón . Entre las tareas rusticas destacaba sobremanera, por su carácter festivo, la matanza. El cerdo aseguraba el abastecimiento de carne para la mayoría de las familias rurales. El jamón, los choriz