INTERPRETACIÓN DE LA SALPACIA I
Centraremos nuestra atención en el intento de interpretar el ritual sacramental y la celebración popular.
1.- El NOMBRE. Son varias las interpretaciones que se han ofrecido sobre el origen del nombre de la Salpassa. Probablemente procede de “Salem spargere” (literalmente: repartir la sal) y de ahí la expresión popular de la “Salpassa” o salpacia. Ya que los escolanos portaban una bandeja de sal bendecida que se iba repartiendo por todas las casas, al tiempo que se realizaba la bendición de la vivienda y el reparto del agua bendita.
2.- EL SIMBOLISMO. La celebración de la Salpassa es una tradición de extraordinaria riqueza simbólica en la que todo se concita para expresar, con la elocuente pedagogía del signo, la victoria del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte. El tiempo y el espacio; los elementos simbólicos y signos que la integran; los protagonistas de su acción con su lenguaje gestual y verbal… -aún sin saberlo-, representan ésta dramatización simbólica.
A) El TIEMPO. En el discurrir del tiempo se insertan las acciones humanas dotándolo de significación. El tiempo está condicionando la vida por la fugacidad del instante pero también por la trascendencia de cada acción. Para el objeto de nuestro estudio sobre la Salpasa, hemos considerar las claves de interpretación del Tiempo que concurren en éste ritual, a saber:
- La interpretación del tiempo cíclico natural es como un círculo que se cierra sobre sí mismo: a la primavera sucede el verano, a éste, el otoño, y a éste, el invierno, para después comenzar el ciclo con el estallido de la naturaleza en la nueva primavera. Así las estaciones representan el desarrollo del ciclo vital que está en constante devenir afectando las manifestaciones de la vida. La “Salpassa” se inscribe en el contexto de la primavera, que simboliza la renovación de la naturaleza y la creatividad del espíritu humano.
- Tiempo cronológico. El rito se celebra por la mañana. Es un dato muy a tener en cuenta, no es casual. La mañana un espacio preñado de esperanza y de posibilidades, la jornada aún está por desarrollar.
La Salpasa se celebra en un tiempo sacral. Días repletos de simbolismo y significado soteriológico. En la semana mayor del año y en el triduo sacro que rememora los acontecimientos centrales de la fe cristiana.
B) El ESPACIO. Su contexto natural es la calle y sus destinatarios las casas, espacios habitados por los vecinos. Representa el espacio abierto, exterior al hombre y su hogar; lugar común, ámbito de encuentro, vía de transito, flujo de interacción social… se interpreta como el espacio social y secular.
- La Casa u hogar. Es el lugar donde el hombre vive y convive; es algo así como su prolongación personal. Su simbolismo nos remite a la protección que éste lugar ofrece, la familia, el calor del hogar Es el espacio que se asocia a la anhelada seguridad del hombre y se relaciona con su carácter de continente de vida. El habitat del hogar constituye el vínculo más estable entre hombre y el mundo circundante.
En conclusión, la calle y la casa son espacios donde se desenvuelve la vida y la actividad humana hay que asegurarse de ahuyentar de el toda fuerza maligna y granjearse la bendición sobrenatural.
C) LOS ELEMENTOS SIMBÓLICOS. Puesto que la sal se suele obtener por la evaporación del agua salada se la consideró, desde la antigüedad más remota, manifestación de las esencias del agua y el fuego, ambos elementos símbolos vitales.
- La sal para la mentalidad popular se identifica con la vida a lo que contribuye, sin duda una, de sus principales utilidades: conservar los alimentos. En numerosos rituales populares se utiliza la sal para purificar y proteger los umbrales.
- El agua expresa vida y fecundidad, un atributo divino ya que sólo Dios puede dar la vida y quitarla. La vida es un don divino, el agua bendecida es agua vivificadora, regalo de Dios. La aspersión de agua bendita derrama sobre el hogar expresa la vida espiritual, la purificación del mal, y la unidad entre los miembros la familia que allí reside…
- El huevo ofrece un simbolismo directamente relacionado con la regeneración periódica de la naturaleza, la fecundidad y el desarrollo de la vida en la primavera. Son símbolo de poder y fuerza empleada para bien para destruir o bien para crear y transformar.
- Las mazas o martillos conjugan la doble condición, según su uso, como arma de combate y como herramienta constructiva. Son símbolo de poder y fuerza empleada para bien para destruir o bien para crear y transformar. Con ellos se hace ruido. Un ruido que cumple una función simbólica y social.
- El ruido. La definición tradicional del ruido "sonido (o conjunto de sonidos) inarticulado y confuso más o menos fuerte". Es un sonido irritante, perturbador, molesto. Toda la mitología moderna descansa sobre el ruido vital de Prometeo encadenado, luchando entre aullidos contra el águila que le devora las entrañas. El silencio representa la muerte, el ruido nos demuestra que estamos vivos, que avanzamos.
En la Salpassa el ruido representa la lucha vital, la batalla entre el bien y el mal; entre la bendición y la maldición… el anhelo de aplastar el maleficio, de vencer todo aquello que ensombrece la vida y convivencia humana.
1.- El NOMBRE. Son varias las interpretaciones que se han ofrecido sobre el origen del nombre de la Salpassa. Probablemente procede de “Salem spargere” (literalmente: repartir la sal) y de ahí la expresión popular de la “Salpassa” o salpacia. Ya que los escolanos portaban una bandeja de sal bendecida que se iba repartiendo por todas las casas, al tiempo que se realizaba la bendición de la vivienda y el reparto del agua bendita.
2.- EL SIMBOLISMO. La celebración de la Salpassa es una tradición de extraordinaria riqueza simbólica en la que todo se concita para expresar, con la elocuente pedagogía del signo, la victoria del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte. El tiempo y el espacio; los elementos simbólicos y signos que la integran; los protagonistas de su acción con su lenguaje gestual y verbal… -aún sin saberlo-, representan ésta dramatización simbólica.
A) El TIEMPO. En el discurrir del tiempo se insertan las acciones humanas dotándolo de significación. El tiempo está condicionando la vida por la fugacidad del instante pero también por la trascendencia de cada acción. Para el objeto de nuestro estudio sobre la Salpasa, hemos considerar las claves de interpretación del Tiempo que concurren en éste ritual, a saber:
- La interpretación del tiempo cíclico natural es como un círculo que se cierra sobre sí mismo: a la primavera sucede el verano, a éste, el otoño, y a éste, el invierno, para después comenzar el ciclo con el estallido de la naturaleza en la nueva primavera. Así las estaciones representan el desarrollo del ciclo vital que está en constante devenir afectando las manifestaciones de la vida. La “Salpassa” se inscribe en el contexto de la primavera, que simboliza la renovación de la naturaleza y la creatividad del espíritu humano.
- Tiempo cronológico. El rito se celebra por la mañana. Es un dato muy a tener en cuenta, no es casual. La mañana un espacio preñado de esperanza y de posibilidades, la jornada aún está por desarrollar.
La Salpasa se celebra en un tiempo sacral. Días repletos de simbolismo y significado soteriológico. En la semana mayor del año y en el triduo sacro que rememora los acontecimientos centrales de la fe cristiana.
B) El ESPACIO. Su contexto natural es la calle y sus destinatarios las casas, espacios habitados por los vecinos. Representa el espacio abierto, exterior al hombre y su hogar; lugar común, ámbito de encuentro, vía de transito, flujo de interacción social… se interpreta como el espacio social y secular.
- La Casa u hogar. Es el lugar donde el hombre vive y convive; es algo así como su prolongación personal. Su simbolismo nos remite a la protección que éste lugar ofrece, la familia, el calor del hogar Es el espacio que se asocia a la anhelada seguridad del hombre y se relaciona con su carácter de continente de vida. El habitat del hogar constituye el vínculo más estable entre hombre y el mundo circundante.
En conclusión, la calle y la casa son espacios donde se desenvuelve la vida y la actividad humana hay que asegurarse de ahuyentar de el toda fuerza maligna y granjearse la bendición sobrenatural.
C) LOS ELEMENTOS SIMBÓLICOS. Puesto que la sal se suele obtener por la evaporación del agua salada se la consideró, desde la antigüedad más remota, manifestación de las esencias del agua y el fuego, ambos elementos símbolos vitales.
- La sal para la mentalidad popular se identifica con la vida a lo que contribuye, sin duda una, de sus principales utilidades: conservar los alimentos. En numerosos rituales populares se utiliza la sal para purificar y proteger los umbrales.
- El agua expresa vida y fecundidad, un atributo divino ya que sólo Dios puede dar la vida y quitarla. La vida es un don divino, el agua bendecida es agua vivificadora, regalo de Dios. La aspersión de agua bendita derrama sobre el hogar expresa la vida espiritual, la purificación del mal, y la unidad entre los miembros la familia que allí reside…
- El huevo ofrece un simbolismo directamente relacionado con la regeneración periódica de la naturaleza, la fecundidad y el desarrollo de la vida en la primavera. Son símbolo de poder y fuerza empleada para bien para destruir o bien para crear y transformar.
- Las mazas o martillos conjugan la doble condición, según su uso, como arma de combate y como herramienta constructiva. Son símbolo de poder y fuerza empleada para bien para destruir o bien para crear y transformar. Con ellos se hace ruido. Un ruido que cumple una función simbólica y social.
- El ruido. La definición tradicional del ruido "sonido (o conjunto de sonidos) inarticulado y confuso más o menos fuerte". Es un sonido irritante, perturbador, molesto. Toda la mitología moderna descansa sobre el ruido vital de Prometeo encadenado, luchando entre aullidos contra el águila que le devora las entrañas. El silencio representa la muerte, el ruido nos demuestra que estamos vivos, que avanzamos.
En la Salpassa el ruido representa la lucha vital, la batalla entre el bien y el mal; entre la bendición y la maldición… el anhelo de aplastar el maleficio, de vencer todo aquello que ensombrece la vida y convivencia humana.
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