La mañanica de Pascua


Las celebraciones de la semana santa en Gaibiel terminan con la procesión del Encuentro, que abre paso a la festiva celebración de la Pascua. En la mañanica de Pascua, el domingo de Gloria (antiguamente casi con las primeras luces del día), a las nueve de la mañana -con la frescura matinal y el trinar de las aves– sale del templo la imagen de la Virgen de Fatima (antaño era la Dolorosa, pero revestida con un manto blanco y tocada con velo) el anda es llevada por los hombres y seguida por las mujeres. Va precedida por la cruz parroquial escoltada por ciriales. Aboca, en religioso silencio, la calle del Rosario y sube por el callejón a la primera encrucijada de la calle Dolores y allí aguarda espectante. Minutos después sale del templo la Imagen del Sagrado Corazón (antaño la Custodia con el Santisimo, portada con el humeral por el párroco y bajo palio) precedido de los hombres y seguido por la Corporación. Al llegar a la replaceta de la calle Dolores se detiene. En ese instante los anderos portadores de la Virgen avanzan doblando la esquina del callejón.

Al encararse ambas imágenes, el anda de la Virgen se detiene unos intstantes y avanza con parsimonia, como queriendo expresar asombro. Los anderos avanzan seis pasos, cumplidos los cuales, se paran y pasan los varales del hombro a la mano (este gesto es una reminiscencia del antiguo rito en el que los portadores eran los mozos y se permitían hacer genuflexión con el anda acuestas, es decir clavaban la rodilla derecha en tierra. Era un complicado ritual que requería no solo fortaleza sino pericia y coordinación; por lo que, cuentan, que había de ensayarse días antes. Actualmente, los anderos son hombres metidos ya en años, les sobra buena voluntad pero ni el cuerpo responde ni aveces la artrosis lo permite).

Es un ritual vetusto con el que el pueblo sencillo escenificaba el cúmulo de sentimientos que embargan el corazón de la madre al encontrarse con el resucitado y reconocer a su Hijo como Señor de la Vida. Avanza y se detiene, se aproxima y retrocede... como en un gesto expresivo de perplejidad y asombro. Con este abajamiento del anda, la imagen realiza un magestuoso signo de reverencia y reconocimiento ante su Señor. Este actamiento se repite por seis veces (tres caminando hacia delante y otras tres caminando tres hacia detrás). Entre tanto el anda del Corazon de Jesus permanece inmóvil. Antes, con la ultima arrodillada se descubría el rostro de la Virgen quitándole el velo de luto que llevaba puesto desde su salida del templo (En la actualidad la imagen sale descubierta; por lo que esta parte no solo esta ya perdida sino olvidada). Apenas concluido el ritual de los acatamientos, las campanas echaban a volteo general y la procesión se dirige al templo, entre cánticos festivos, por la bajada del callejon y calle Rosario, para dar comienzo a la celebración de la solemne Misa de Resurrección.

Antes acudía el pueblo en pleno. Actualmente una gran aglomeración de fieles presencia, en respetuoso silencio, la escena. Indudablemente se trata de un acto cargado de significación y emociones contenidas para los gaibielanos, que han perdido ya todas las tradicionales salidas procesionales de la semana santa. El sentimiento con que vivencian este acto, mas alla de su dimensión religiosa, obedece a las resonancias sentimentales que les vinculan con los recuerdos de su infancia y mocedad asi como a la memoria de sus mayores.

Tras la solemne Misa Pascual cantada, aromada de incienso y con sermón de campanilla; es costumbre secular comenzar las celebraciones populares con el matinal almuerzo de pascua. Y es que, nuestro modo de hacer fiesta, siempre va “de la Misa a la mesa”. Se trata del almuerzo primero de Pascua, al que alude el dicho popular referido al pájaro cazado el domingo Lázaro: “Domingo de ramos lo pele y la mañanica de Pascua me lo almorcé”.

Comentarios

Cristian ha dicho que…
Feliz Pascua cura... Bendiciones.

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