Fiesta de la replaceta de San Miguel

La figura de San Miguel secularmente ocupó un lugar destacado entre las imágenes sagradas del altar mayor del templo gaibielano. El arcángel ocupaba la calle lateral derecha del mismo en una hornacina entre las soberbias estofadas columnas salomónicas, antes de ser destruido en la profanación del templo por los milicianos en la guerra del 36.

La Iglesia Católica lo considera como patrono y protector de la Iglesia Universal; y el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel y Rafael. Él tocará la trompeta el día del arrebatamiento (1° Tesalonicenses 4, 16), y es el encargado de frustrar a Lucifer o Satanás. Por eso en el arte se le representa como un ángel con armadura de general romano, amenazando con una lanza o espada a un demonio o dragón. El pueblo sencillo ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Pero su devoción aumentó notablemente cuando el Papa impuso la fórmula impetratoria al arcángel al concluir cada Misa. Relatan que el 13 de octubre de 1884 el papa León XIII, experimentó una visión en la que vio a Satanás y a sus demonios desafiando a Dios, diciendo que podía destruir su Iglesia si quería. Vio aparecer entonces a san Miguel y lanzar a Satanás y sus legiones en el abismo del Infierno. Concluida la visión el Papa llamó a su Secretario y le entregó una oración con el mandato de que había de ser recitada después de cada Misa. El texto de la oración es el siguiente:

"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y las acechanzas
del demonio.
Que Dios le reprima, es nuestra humilde súplica;
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,
con la fuerza que Dios te ha dado, arroja al infierno
a Satanás y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén."


Tras el Concilio Vaticano II el mandato de recitar esta oración al finalizar la Misa fue revocado.

Secularmente había gozado de veneración popular el arcángel San Miguel entre las gentes piadosas de Gaibiel y entre sus calles y replacetas contaba con la suya propia. Existía un retalillo cerámico en su honor, que desaparecido en años fue repuesto en la fachada de la replaceta de san miguel.

Los inicios de la fiesta popular que hoy se celebra en la replaceta del arcángel son muy modestos. Como es rancia costumbre gaibielana, nueve días antes de que el calendario señalase la fiesta del Santo, después de cenar, las mujeres se concitan ante el retablillo cerámico en la calle y entonan el canto de los gozos en su honor. Al terminarlos una de ellas inicia el rezo del Padrenuestro y concluyen con una sencilla oración.

El último día, 29 de septiembre, los vecinos costeaban la celebración de la Misa en honor del Santo Arcángel y al concluir los gozos la tía Florinda, (recogiendo lo que desde pequeña había visto hacer a sus padres y oído de sus abuelos), acostumbraba a poner una mesa en el zaguán de la casa y sacar una botella de anís o mistela para ofrecer una copa y unos rollicos que ofrecer a los devotos. Ni que decir tiene que ese día aumentaba, no sé si la piedad pero seguro que el número de los fervorosos devotos que se acercaban a la replaceta.

GOZOS A SAN MIGUEL

Pues en la corte del Cielo
gozáis tan altos blasones.
Dad a nuestros corazones
Arcángel Miguel consuelo.

1.- De la escuadra celestial
sois el primer coronel
que al atrevido Luzbel
venciste en guerra campal
echando al fuego infernal
su rabia y furioso anhelo.

2.- Vos al hombre desterraste
que profanó el paraíso
bien que con piadoso aviso
su enmienda solicitaste
pues con piedad le enseñaste
a llevar con pan su duelo.

3.- Vos al pueblo de Israel
sacaste libre a buen puerto
guiaste en el desierto
porque a Dios serviste fiel
dándoles por pan aquel
Maná que dejo el cielo.

4.- De la escuadra de María
fuiste el cabo principal y
embajador especial
de quien Cristo se valía
cuando a su madre quería
consolar acá en el suelo.

5.- Cuando Cristo en la oración
estaba en el huerto triste
vos del cielo le trajiste
el consuelo en su aflicción
dando alivio en la ocasión
de su mayor desconsuelo.

6.- Mucho aprecio en el juicio
de Dios, tu virtud y alcanza
pues te fía la balanza
por hacer de juez oficio
pesando virtud y vicio
del grande y del pequeñuelo.

7.- Las empresas más gloriosas
fía Dios a tu destreza
y emplea tu fortaleza
en las más dificultosas,
haces obras tan pasmosas
que admiras la tierra y cielo.

8.- Abogado y protector
de la Iglesia militante
cuidas siempre vigilante
de dar auxilio y favor,
y cuando el rasgo es mayor
tanto es mayor tu desvelo.

9.- Dad pues Arcángel glorioso
aliento a nuestras esperanzas,
pues tenéis tanta privanza
en el Todopoderoso,
venga a todos presurosos
vuestro favor en un vuelo.

Pues en la corte del Cielo
gozáis de tan altos blasones.
Dad a nuestros corazones
Arcángel Miguel consuelo.

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