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Refranero de Julio y el santoral.

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En julio ¿dónde anda el mozo? En la acequia o en el pozo. Julio caliente, quema al más valiente. Dice el labrador al trigo: para julio te espero, amigo. Junio y julio, la hoz en el puño. En julio es mi trigo y en agosto el de mi amigo. En julio, beber y sudar, y el fresco ni merece buscar. Un julio normal seca el manantial. Julio, lo verde y lo maduro. En julio, el melón echa color. Si en julio vienen solanos se va el fruto de las manos. Julio triguero, septiembre uvero. Julio calorero, llena bodega y granero. Por Santa Ana no hay borrica mala y por Santiago no hay mal caballo. Si llueve por Santa Ana, llueve un mes y una semana. Si quieres sandías por Santiago, siémbralas para San Marcos. Por Santiago, el buen nabo debe estar sembrado. Lluvia por Santa Margarita, más que dar, quita. Por la Magdalena, recoge tu higuera. De la Virgen de julio a la Virgen de agosto, la sardina está en sazón

A segar los campos

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En gaibiel se comenzaba la tarea de la siega apenas los trigos secaban, más o menos por el día de San Juan o San Pedro. Iba toda la familia a segar: hombres, abuelos y chicos. Si la mujer se quedaba en casa, se solía venir a comer al pueblo; y si iba a segar, se llevaba la comida al campo. Generalmente eran las abuelas las que se quedaban en casa cuidando a los niños de toda la familia entre ocho y doce pequeños. Si alguno caía malo, iban a segar sus tierras los familiares una vez que habían concluido las suyas. Muchos hombres de aquí iban de obreros a otros pueblos para la siega. Concluída la siega aquí, las cuadrilla se aprestaban a marchar a Aragon. De buena mañana los hombres -con sus atos y herramientas- salían camino de Caudiel para coger allí el tren que les llevaba a "tierras bajas" y al bajo Aragón. Estaban fuera entre seis y ocho semanas según el número de campos y poblaciones a las que acudían. Cumplidos los 14 o 15 años ya se consideraban aptos para coger la hoz....

Fiesta de San Pedro Apóstol

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La solemnidad de San Pedro era en gaibiel una fiesta muy grande. La víspera había volteo general de campanas ya a echar bola Todas las niñas estrenaban “bata” ese día… de modo que cualquier retal era bueno para darle unos pespuntes y a correr. Bueno mejor dicho, a Bailar; porque este era el primer día de baile del verano. Desde esta fecha hasta el fin del verano, había baile suelto con las guitarras en la plaza todos los domingos por la tarde y por la noche con la música. Costumbre contra la que no pudo la pertinaz oposición del cura, que en los 2 ó 3 años inmediatos a la posguerra, por razones de moralidad pretendía que no se celebrase. Entonces algunos mozos y mozas se iban a San Blas o a la carretera a mover el esqueleto ¡Ojos que no ven, corazón que no siente! Al final el cura hubo de renunciar a su pretensión y vuelta a la tradición. En la plaza el baile empezaba a las 10, se hacía delante del ayuntamiento moderno un “rogle” de sillas con los musicos, los cantores detrás. Los danz...

La jocosa noche de San Juan: de arrastres y trabas.

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Desde la llegada de los primeros calores comenzaban en Gaibiel las noches de sentarse a la fresca, de sacar la sillita a la calle y reunirse con los vecinos para hablar y hablar sin atender al reloj del campanario. Ya podía martillear las horas que no había prisa. Con el verano y las vacaciones escolares la -ya de por si habitual- gana de divertimento y juego de los niños se incrementaba. Y la tarde- noche de la víspera de la natividad del Bautista se hacía ya incontenible. Los mas de 30 niños de Gaibiel esa noche hacían estremecerse al pueblo con el tronar del arrastre de latas y esquilones. Las calles, por un día, eran literalmente tomadas por la chiquillería. Desde días antes iban los críos recogiendo de acá y acullá, en casa propia y de los abuelos: las latas, perolas picadas, sartenes viejas... Una vez requisadas, las ensartaban pacientemente en una cuerda o con un alambre largo para poder arrastrarlas con mayor comodidad. El objetivo era, a poder ser, el hacer más ruido que los ...

Uno de los jueves del año que relucen más que el sol

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Secularmente el jueves siguiente al domingo de la Santísima Trinidad, el orbe católico celebraba la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Ese es su título completo, aunque popularmente se denomina el "Corpus Christi", y su título original era Festum Eucharistiae. Gaibiel no era una excepción. El Corpus constituía para sus vecinos un acontecimiento extraordinariamente festivo. Trabajaban semanas en su preparación, que comenzaba por "emblanquinar" las casas o al menos la fachada hasta el balcón, los “morricos”. Cada año se las ingeniaban para exhibir originalidad en la ornamentación de las mesas (altares) donde se hacía estación a la eucaristía. Tradicionalmente estas eran tres: la C/ Dolores, la Plaza y la C/ Mayor, siendo esta última la que se destacaba extraordinariamente. Era un secreto celosamente guardado la innovación decorativa que se pensaba emplear ese año. Los adornos se hacían con pétalos de flor pegada sobre cartón, siguiendo un dibujo prev...

Las primeras comuniones.

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En Gaibiel tradicionalmente el Jueves de Corpus Christi -uno de los tres jueves del año que relucían más que el sol- era el día de celebración de las primeras comuniones. Antiguamente la primera comunión tenía un significado meramente religioso, más acorde con la celebración del Sacramento. La primera comunión se entendía en la sociedad rural como un acto humilde y exento de toda parafernalia pagana. La familia se congregaba para compartir con el niño/a ese acontecimiento tan señalado para el que se había preparado acudiendo a la doctrina y examinándose del catecismo con el párroco. Superada la prueba se hacía temblorosamente la primera confesión (había que narrar a un mayor las inconfesables travesuras secretas hasta entonces). Desde la medianoche anterior había que observar un riguroso ayuno para poder recibir la Comunión. Esa noche los nervios dejaban dormir poco a la criatura que además madrugaba bastante para asearse, arreglarse y estar puntualmente en el templo para la cremonia....

El mes más cordial del año: Junio del Corazón de Jesús

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En Gaibiel Junio era un mes de piedad densa. El Corpus suele caer en este mes, además estos 3o días estan consagrados al culto del Sagrado Corazón. El viernes posterior al Corpus es el día tradicionalmente dedicado a la fiesta del Sagrado corazón de Jesús. El día siguiente era el del corazón de María. No se trataba de una devoción opcional, como puede serlo a un santo o santa del calendario sino de una devoción esencial al cristianismo y fuertemente arraigada en la piedad popular. Eran muchas las casas donde -desde el siglo XVIII- la imagen del Sagrado Corazón era entronizada, muchas las puertas que tenían su imagen en metal, muchas las p ersonas que llevaban su escapulario y sobre todo muchos los mozos que, desde las guerras carlistas, portaban en las contiendas el famoso detente: "Detente bala, el Corazón de Jesús está conmigo". En Gaibiel todas las tarde de Junio, tras la escuela rezaban el piadoso ejercicio del mes del Corazón de Jesús. La estructura del acto devocional e...